Por muchos años, mi mundo fue color de rosa, siempre matizado, pero la esencia era rosa. Creía que mi nombre estaba destinado para ser acorde a mi vida.
Hoy; me enfrento a tonos neutros y obscuros,
me doy cuenta que la gama de la vida, a veces
se agrisa y a veces brilla.
De nosotros depende crear el cuadro perfecto…
y seguir pintando siempre en rosa.
